Entre vasos y tubos la vida fluye dentro del cuerpo

lunes, diciembre 05, 2022 Más Noticias 0 Comments

.
La sangre, al ser un fluido, necesita quien la guie y contenga en su camino el cuerpo, para esto están los vasos sanguíneos.
.
Vasos sanguíneos
.
.
Los vasos sanguíneos están presentes en todos los animales y son los conductores de la sangre. Este sistema de tuberías hace que la sangre pueda llegar a todo el cuerpo, incluyendo las regiones más apartadas, ya que sin sangre no hay vida. El acueducto sanguíneo puede tener altas presiones con un gran flujo (cerca del corazón) hasta muy bajas con un flujo muy lento (capilares). El acueducto de los mamíferos se divide en dos muy diferentes, el de circulación menor o pulmonar y el del cuerpo del organismo, circulación general o sistémica.

Los vasos sanguíneos se dividen dependiendo de acueducto al que pertenezcan y su diámetro en diferentes tipos; aorta, arterias, arteriolas, capilares, venas y vena cava. La extensión de todos estos conductos de un humano tiene una longitud aproximada de unos 100,000 km, con el 90% de la extensión correspondiente a los capilares.

La aorta, arterias y arteriolas transportan la sangre del corazón hacia los tejidos. Se componen por tres capas o túnicas que en conjunto permiten la contracción (vasoconstricción) o dilatación (vasodilatación) variando el diámetro y con ello regulan el flujo de sangre que las atraviesa. La túnica interior o íntima está compuesta por tejido endotelial (células epiteliales planas), tejido conjuntivo aerolar y tejido elástico. Esta capa está presente en todos los vasos sanguíneos. La túnica media por tejido muscular liso de forma concéntrica con fibras elásticas, es la capa que permite la constricción y dilatación de la arteria. La túnica exterior o adventicia está conformada por tejido conjuntivo fibroso, es de protección y en los grandes tiene capilares que le proporciona la sangre necesaria para la supervivencia. Conforme el organismo va envejeciendo, las arterias van perdiendo su elasticidad y puede suceder que se depositen lípidos (grasas) y sales (colesterol) provocando que el diámetro de estos conductos sea menor, causando trastornos a la salud.

Si por accidente se rompe una arteria, la sangre saldría a modo de chorro intermitente acorde con los latidos del corazón. En los mamíferos existe un vaso sanguíneo principal que distribuye la sangre por todo el organismo. El conducto es el más importante y el más largo de todo el cuerpo y es nombrada de acuerdo por donde vaya pasando en el cuerpo (casi 30 nombres diferentes). El sistema comienza en el ventrículo izquierdo del corazón y se conecta con la aorta ascendente, luego forma un arco (llamado cayado de la aorta), que es el punto donde se localizan las primeras grandes divisiones. La arteria que irriga a la cabeza (arteria carótida), la que irriga a los miembros anteriores (a. subclavia que más adelante se llamara a. braquial) y va en descenso hasta la cuarta vértebra lumbar (a. descendente). De la arteria descendente se derivan los principales vasos hacia las vísceras, destacando la que va a los riñones (a. renal), al hígado (a. célica) y de allí se divide en dos arterias, una para cada miembro (a. ilíacas comunes o primitivas), los miembros posteriores son recorridos en su totalidad (a. femoral) de la que se divide en otras pequeñas a lo largo de las extremidades.

Las venas están compuestas por las mismas tres túnicas que las arterias, pero presentan algunas diferencias, como que en la media tienen menos tejido muscular y elástico, además de que la adventicia es más gruesa, por lo que soportan menos presión en la irrigación sanguínea en comparación con las paredes de las arterias que son más gruesas. Las venas al contrario que las arterias transportan la sangre de los tejidos hacia el corazón.

Pero la más importante es que presentan válvulas que ayudan a que la sangre regrese al corazón. Las venas trasportan la sangre en sentido contrario a la gravedad y al no tener musculatura lisa de forma concéntrica necesitan del movimiento de los músculos esqueléticos para que ayuden a la compresión y distención de las venas para el desplazamiento de la sangre. Es por ello que el caminar ayuda a la circulación, porque permite un mejor retorno de la sangre por las venas al corazón.

Los capilares son vasos muy finos, casi del diámetro de un cabello. Los capilares son el verdadero interlocutor entre el sistema sanguíneo y el cuerpo. Son los vasos que permiten la difusión de los nutrientes a las células y de los desechos de la célula al vaso. En los capilares, el flujo siempre es desde una arteria hacia una vena, lo que va formando redes que permiten la llegada de nutrientes a todo el organismo. Los capilares están constituidos únicamente por una túnica de endotelio, por lo que tienen una gran permeabilidad.

A simple vista podemos diferenciar en nuestro cuerpo las arterias de las venas, debido a que las venas las vemos en un tono azulado. La diferencia de tonalidad se debe a que además de estar más superficiales en la piel y transportan sangre no oxigenada con una coloración de rojo menos intenso.

Gracias a toda esta compleja red de vasos y tubos, la sangre puede llegar a todas las células del cuerpo para que funcione correctamente.
.
Autores | Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. e-mail: beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).
.
.
ETIQUETAS • BiologíaSaludCuerpo HumanoInvestigación.....
.
.

0 comentarios: